Su nombre es César, un fotógrafo freelance que se encontraba en la sede de Libération para realizar una sesión de fotos para el suplemento cultural Next. Según las últimas informaciones su estado es muy grave, tiene heridas profundas en el tórax muy cerca del corazón. Desde este estudio de fotógrafos profesionales de Madrid le deseamos una pronta recuperación.
El causante de este horror es un hombre de unos 35-45 años, caucásico, de 1,80 metros de altura y con el pelo muy corto. Este hombre se presentó a las 10 de la mañana en la sede de Libération vestido con la ropa de cazador y armado con una escopeta. Nada más entrar en la redacción disparó contra el fotógrafo y desapareció.
Dos horas después, volvió a reaparecer en la sede del banco Société Generale. En esta ocasión no llegó a entrar en el banco, sino que se limitó a disparar contra la fachada. Sin embargo, no detuvo en este punto su locura sino que secuestró un taxi para que le llevara hasta los Campos Elíseos. Desde allí cogió el metro y desapareció.
Fuentes policiales apuntan a que este individuo podría ser el mismo que el viernes pasado irrumpiera en la sede de la televisión BFM. En esta ocasión se limitó a amenazar a los periodistas pero no llegó a sacar su arma. Algunos testigos de este suceso afirman que antes de marcharse dijo “que la próxima vez no volvería a fallar”. Parece ser que finalmente consiguió su objetivo.
Desde este estudio de fotógrafos profesionales de Madrid queremos enviarle todo nuestro apoyo a nuestros compañeros franceses, porque como ha afirmado el director de Libération “que alguien entre en un periódico con un fusil es muy grave en una democracia, sea cual sea el estado mental de quien lo hace. Si los medios de comunicación deben convertirse en búnkeres, hay algo que no funciona bien en nuestra sociedad”.